El Desarrollo de la Percepción en Niños

Percepción espacial

A esto le llamamos en educación, la orientación y/o estructuración espacial. Es decir, el niño debe aprender a orientarse en el espacio. De ahí que en la escuela se trabajen sistemáticamente conceptos como delante-detrás, arriba-abajo, primero-último, encima-debajo, etc.

El niño debe ser capaz de orientar su cuerpo en distintos lugares y con objetos móviles.

Percepción de la forma

El niño percibe muy pronto las formas concretas objetivas. En los niños preescolares, la forma es ya uno de los factores fundamentales del conocimiento que diferencia las cosas. Si a los niños de educación infantil se les enseña una forma geométrica abstracta, la "objetivizan" en su mayor parte, es decir, le dan una interpretación objetiva: un círculo, es una pelota.

Para la correcta percepción de la forma, es esencial el desarrollo de la constancia de la percepción de la forma al alterar o cambiar el ángulo visual. Esto es, que se perciba la forma al principio con relativa independencia de la situación.

Percepción del tiempo

También hay que educar al niño en lo que llamamos estructuración temporal. Hacia los seis o siete años el niño desarrolla la noción del tiempo como algo que transcurre de manera uniforme y también en esta misma edad es cuando logra la representación adecuada de lo que llamamos espacio bidimensional.

Desde la escuela se trabaja de forma sistemática la orientación temporal, es decir que el niño aprenda a orientarse en el antes y el después. Las palabras ahora, hoy, ayer y mañana pueden señalar en su uso, cada vez un sector distinto del tiempo real.

En los niveles iniciales, el niño se orienta en el tiempo a base de signos esencialmente cualitativos que no tienen una relación directa con la magnitud del tiempo. Por ejemplo el niño sabe que cuando está el sol es de día y asocia la luna a la noche. También asocia otros elementos como la merienda a la tarde, la cena y ponerse el pijama a la noche, etc.

En cuanto a los aprendizajes escolares hay que decir que requieren una organización perceptiva adecuada. El reconocimiento de símbolos auditivos y visuales resulta fundamental en el aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo, como puede deducirse del análisis minucioso de estas tareas. Y no solamente la discriminación perceptiva, sino la organización visual y espacial y la rapidez perceptiva constituyen factores importantes en estos aprendizajes instrumentales.